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EL SANTO ROSARIO EN LA PCEn esta página encontrará todo lo referente al Santo Rosario, como se lo reza, oraciones, misterios y un programa gratuito para rezarlo. El objeto del software es guiarlo en la secuencia de los misterios que corresponden a cada día de la semana, además de elegir la imagen de la virgen de su devoción. Las meditaciones de los misterios que aparecen en pantalla, son los recomendados por el Vaticano. |
«Ninguna cosa es imposible para Dios.» (Lc 1,37)
Muchas veces necesitamos rezar el Santo Rosario, ya sea porque estamos angustiados
por una desesperada situación, porque necesitamos decirle «gracias
Madre mía por lo que has hecho por mí», o simplemente porque
queremos decirle «te amo María, siempre te tengo presente y estás
en mi corazón».
Pero no tenemos tiempo. Estamos en nuestro trabajo, o estudiando, o simplemente
sentados frente a la computadora pulsando caracteres, recorriendo la pantalla
con el "mouse" sin mucho entusiasmo. Además , para rezar con
devoción, deseamos tener la imagen con que la veneramos y los misterios
que corresponden al día de hoy.
Pensando en sortear estas pequeñas "dificultades" y aprovechar
ese pequeño tiempo libre que tenemos, es que se ha desarrollado este
software. Al hacer click en el ícono del programa, se abre éste
con la imagen de la Virgen y el primer misterio del día de hoy. Se elige
la imagen de nuestra preferencia y comenzamos a rezar. Vamos recorriendo así
la secuencia del Santo Rosario con todos sus misterios y con los comentarios recomendados por el Vaticano. Si es de nuestro agrado, para rezar los
Padrenuestros cambiamos la imagen por la de Jesús crucificado.
El programa es totalmente gratuito. «Gratis lo recibisteis, dadlo gratis
(Mt 10,8)»
| Para descargar el programa haga click aquí, o en el ícono del disquette. Si quiere mas detalles y otras opciones de descarga, haga click aquí. | |
| Para una vista previa del programa, haga click aquí |
Juan Pablo II: «El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad.»
San Luis de Monfort: «Cada vez que rezamos el Ave María, estamos repitiendo las mismísimas palabras con que el Arcángel Gabriel saludó a María el día de la Anunciación cuando ella fue hecha Madre del Hijo de Dios. Muchas gracias llenaron el corazón de María en ese momento. Ahora cuando decimos el Ave María le ofrecemos de nuevo todas estas gracias y alegrías a Nuestra Señora y ella las acepta con un gusto inmenso. A cambio, ella nos hace participe de estas alegrías. El Ave María es un pozo sin fondo de donde podemos extraer las bendiciones que Dios quiere derramar sobre nosotros. Los frutos de rezar el Ave María frecuentemente son regalos del Espíritu Santo: la caridad, la alegría, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la mansedumbre, la fe, la modestia, la continencia, la castidad y la longanimidad. Mientras más se una nuestra alma a María, ella más nos unirá a Dios. Con el Ave María, ella nos moldeará para que cada vez nos parezcamos más a Jesucristo, de una manera suave y proporcionada a la debilidad humana, sin grandes trabajos ni agonías, de una manera santa e inmaculada, y sin miedo de ilusiones, que no tiene aquí parte el demonio ni tendrá jamás entrada donde esté María.»
San Bernardo: «nunca, nunca se ha oído que en algún momento o lugar María se haya rehusado a oír las oraciones de sus hijos.»
Las 15 promesas del Rosario según los escritos
del beato Alano:
1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que
me pida.
2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a
los que devotamente recen mi Rosario.
3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los
pecados y abate las herejías.
4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia
divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con
el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios,
no se verá oprimido porla desgracia, ni morirá de muerte desgraciada,
se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo
y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz
y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos
bienaventurados.
9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan
en vida y en muerte como hermanos a todos los
bienaventurados de la corte celestial.
14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos
de mi Unigénito Jesús.
15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación
de gloria.
San Pío de Pietrelcina: «quisiera
que los días tuvieran 48 horas para poder redoblar los Rosarios».
Nos narra P. Stefano Manelli, uno de sus hijos espirituales y gran conocedor
de su espiritualidad, una historia de cuando aún era un seminarista capuchino:«el
Padre Pío oraba mucho aún fuera de las horas de oración
comunitaria. Encontrarlo en el coro (lugar donde rezan los religiosos en las
iglesias), o en su cuarto haciendo oración, era una cosa normal. Le gustaba
mucho ya entonces la oración del Santo Rosario. En sus propósitos
espirituales escribió de rezar cada día quince rosarios».
Sor Lucia, vidente de Fátima: El 26 de
Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de
Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevistó a Sor Lucía
Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima que aún vive.
Esta entrevista tuvo lugar en el Convento de las Religiosas Carmelitas Descalzas
de Santa Teresa, en Coimbra, Portugal. En ella estuvieron presentes el Obispo
Auxiliar de Leiría, los dos Obispos de Coimbra, el Nuncio Apostólico
en Portugal ( Monseñor Cento ), y Monseñor Antonio Samoré,
Secretario de Asuntos Extraordinarios en la Secretaría de Estado de Su
Santidad. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:
«… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como
a mí, que 2 eran los últimos remedios que Dios daba al mundo:
el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…»
« … Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos
tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia: el rezo del Santo
Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil
que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida
personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo
o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema,
repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora
con el rezo del Santo Rosario “.
« Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos
a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por
eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción;
nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para
que no recemos el Santo Rosario».
« Si nos dieran un programa más difícil de salvación,
muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no
pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo
y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos
Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos
cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere
de cada uno de nosotros».
« El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los
Ultimos Tiempos».
Del inicio al fin la secuencia es la siguiente
1. Hacemos la Señal de la Cruz
2. Rezamos el Pésame.
3. Luego rezamos el Credo de los Apóstoles.
4. A continuación enunciamos las intenciones de la oración: agradecimientos
por lo concedido, y las gracias solicitadas a la Santísima Virgen María
por el rezo del presente Rosario.
5. Se lee el primer misterio que corresponde al día de la semana actual.
6. Luego rezamos el Padre
Nuestro
7 . Rezamos diez Ave María.
8 . Rezamos un Gloria.
9 . Repetimos los pasos 5,6, 7 y 8 para los misterios segundo, tercero cuarto
y quinto.
10. Rezamos un Padre Nuestro.
11. Rezamos tres Ave María.
12. Rezamos un Gloria.
13. Para finalizar se reza la Salve y
14. La Consagración a la Virgen.
15. Se finaliza con la señal de la Cruz.